Diseño espacial.

Seca presenta tres personajes con serios problemas para reconocerse a sí mismos como individuos e identificar sus deseos. Esta incapacidad de develar su mundo interno tiene su contracara en una gran preocupación por mantener intacta su imagen frente a la mirada del otro y así evitar la exposición directa de sus sentimientos.

Esta breve introducción es fundamental a la hora de entender los objetivos que se propone el diseño espacial. Como dijimos anteriormente, la acción trascurre en el living de un departamento. La recreación del espacio se apoya en el principio de síntesis de elementos (Ver diseño escenográfico). En términos generales, podemos decir que el pilar de la propuesta espacial se encuentra en la elección de colocar la escena a cuarenta y cinco grados respecto a la mirada del espectador. El efecto logrado con este movimiento es la multiplicación de los frentes o perspectivas a través de los que puede verse el espacio. En consecuencia, la puesta en escena fue delineada teniendo en cuenta dos parámetros: la dirección y la profundidad. El resultado: yuxtaposición de planos en función a tres posibles ángulos de expectación. El carácter rupturista de la puesta no sólo persigue fines estéticos, sino también dramáticos. La lucha constante de los personajes por ocultar su mundo interno gana tensión (en términos de conflicto) ya que sus cuerpos están confinados en un espacio de mayor exposición. No sólo combaten contra la mirada de los demás personajes, sino también contra los ojos del público que los observan desde múltiples ángulos simultáneamente. El espacio se convierte entonces en metonimia.

A su vez, la conformación de una triple instancia de expectación también entra en relación con otro de los pilares de la propuesta dramática: la triangularidad. Un trío de personajes, tres miradas que se encuentran en un contexto de caos social y desesperación. Tres miradas que se encuentran.

El espacio es intervenido aquí en función a todo su potencial simbólico.